Una fuerte lluvia va a caer / Porque los tiempos están cambiando: La poesía que leíamos en 1968

Pienso en 1968 como en un año de rebelión y gozo. Si el azar hubiera sido más favorable, habría prohijado más belleza al provocar que todo mejor ocurriera en el mágico y simbólico 69.

Lo dicho de ninguna manera oculta los espantosos nubarrones de dolor y muerte, ni la negación de la vida que representó el terrorismo de Estado impuesto por los políticos en el poder (amparados en la profunda corrupción y autoritarismo del PRI, dispuestos, como lo hicieron una vez más, a matar, desaparecer y masacrar a los ciudadanos y justificarlo como “un bien a la patria”); aunque frente a todo eso estaba nuestra afirmación de la vida envuelta bajo el manto de Eros (Vida, Creación, Gozo, Erotismo, Sensibilidad), enfrentada al macabro Tanatos (Muerte, Destrucción, Injusticia, Cerrazón, Opresión). Por supuesto que no era necesario que las cosas ocurrieran como ocurrieron, pero cuando se vive en un país en el que gobierna la megalomanía oligofrénica y, por otro lado, los jóvenes están llenos de vida, hartos de la miseria material y espiritual, ávidos de justicia, Eros y Tanatos se polarizan. Frente a toda la parafernalia con que el gobierno reprimió aquella lucha justiciera de los jóvenes estaba, y estará, nuestro profundo anhelo de libertad. El espíritu libertario era más pleno y auténtico con cada golpe de la opresión, porque el ser humano sólo es libre cuando lucha por la libertad en un lugar y tiempos concretos, es por esto que Jean-Paul Sartre dijo que los franceses nunca habían sido tan libres como cuando estuvieron bajo el yugo de la ocupación nazi.

En tiempos de miseria y tragedia, pues, también hay y debe haber fiesta, elogio y creación del espíritu, vitalidad que mantiene la energía, y de esto es que quiero hablar ahora. ¿En qué se manifestó esa energía? Se manifestó en una reapropiación del arte, sobre todo en el canto y en la poesía como parte de la vida cotidiana. Y tuvo sus expresiones en la música del momento, el rock y el auténtico folclor latinoamericano así como en los poetas que nos eran muy significativos, además de otras voces que no eran estricta y formalmente poemas pero que tenían todo el vigor para serlo. Tuvo sus expresiones, también, en frases contundentes que se gestaron en otros lugares con similar espíritu festivo y combativo.

Las cosas no sucedieron en los estrictos 365 días de 1968, venían de años antes y continuaron… Si quisiéramos explicarlo con todo detalle no nos alcanzaría el tiempo en un texto como éste, porque tendríamos que abordar la historia de la lucha libertaria de la humanidad, sin excluir su presente y su futuro… Para el tema que ahora tocamos, nos ceñiremos a los jóvenes que en 1968 en México teníamos un promedio de veinte años de edad (unos más y otros menos). Y es aquí donde el recuerdo me trae las primeras palabras de un autor que para nosotros fue capital, el fancés Paul Nizan en su libro Adén Arabia nos decía:

Tenía yo veinte años. Y no permitiré que nadie diga que esa es la edad más hermosa de la vida.

Todo amenaza con la ruina a un hombre joven: el amor, las ideas, la pérdida de la familia, la entrada en el mundo de los adultos. Es duro aprender cuál es su lugar en el mundo.
¿A qué se parecía nuestro mundo? Se parecía al caos que los griegos atribuían al origen del Universo, en las tinieblas de la creación.

Ante el deslinde y la rabia de estas palabras emparentadas con la poesía, Sartre, en ese momento joven y entrañable amigo de Nizan, al hablar de ambos, apunta: “Íbamos a escribir, haríamos hermosos libros que justificarían nuestra existencia”.

Hace más de cien años, otro joven francés (iconoclasta, como deben ser todos los jóvenes sensibles e inteligentes), Arthur Rimbaud, había escrito: “El poeta harto [ebrio] insultó al Universo”. Y el poeta James Douglas Morrison, con su grupo de rock The Doors, gritaba: “¡Queremos el mundo! ¡Y lo queremos ahora!” Todas estas voces eran nuestras, venían desde muy adentro de nuestro ser, no eran las consignas políticas que alguien inventa y trata de imponer a los demás. Nosotros estábamos descubriéndonos en las palabras de los jóvenes que habían sentido lo que sentíamos.

Edgar Morin, cuando explica la rebeldía que llevó al joven James Dean a la muerte (recordemos que éste fue el símbolo más atacado del “rebelde sin causa” – los más adultos del status quo equivocadamente creían que no había causas para la rebelión) escribió: “Al fin y al cabo, en las sociedades aburguesadas y burocratizadas [capitalistas y comunistas, ¿neoliberales ahora?] es adulto quien se conforma con vivir menos para no tener que morir tanto. Empero, el secreto de la juventud es éste: vida quiere decir arriesgarse a la muerte; vida quiere decir, vivir la dificultad.” El mismo Edgar Morin, en un viaje que hace en 1969 a la contracultura de California, Estados Unidos, apunta: “John me dice que los jóvenes han descubierto el absurdo de una vida dedicada al trabajo tecnoburocrático. Qué formidable disolución de los valores. ¡Qué crisol! Ese es mi objetivo aquí: ver a esta juventud que segrega su contrasociedad y vive su revolución salvaje”. Aquí, lo que se iba al carajo eran los hipócritas valores de los poderosos (capitalistas o comunistas) sobre el trabajo, la “positiva productividad”, el progreso, la eficiencia; por eso, con los poetas diabólicos o malditos exaltábamos contravalores. Con Lautréamont leíamos: “Hice un pacto con la prostitución para sembrar el desorden en las familias”. En el elogio de las Flores del mal de Charles Baudelaire, con poemas como: “La musa venal”, “La mala sangre”, “Una carroña”, etcétera, cimbraban sus palabras: “Hipócrita lector, mi semejante”. Y el salvajismo de Arthur Rimbaud:

Heme aquí sobre la playa armoricana. Que las ciudades se incendien en la noche. Mi viaje está hecho, dejo la Europa. El aire marino quemará mis pulmones. Los climas perdidos me curtirán, nadar, triturar la hierba, sobre todo fumar, beber licores como de metal hirviente -como hacían nuestros ancestros alrededor del fuego.
Yo volveré con mis miembros hechos de acero, la piel oscura, el ojo furioso. Por mi apariencia creerán que soy de una raza fuerte. Tendré oro, seré vago y brutal. Las mujeres cuidan bien a esos inválidos feroces que regresan de los países cálidos. Me mezclaré en la política. Estaré salvo.

De la rebelión estudiantil de mayo de 1968, en París, en la que encontramos algunos motivos como los nuestros, coincidíamos: “La imaginación toma el poder” o “Mientras más hago el amor, más ganas tengo de hacer la revolución. Y mientras más hago la revolución, más ganas tengo de hacer el amor”. Del poeta peruano Oquendo de Amat, quien murió joven, leíamos: “Tengo veinte años y una mujer como un Sol”. Y de otro peruano, Javier Heraud: “Soy un río…” De Miguel Hernández:

Menos tu vientre
todo es confuso.
Menos tu vientre
todo es futuro
fugaz, pasado.
Menos tu vientre
todo es oculto, menos tu vientre
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
[…]
Boca que arrastra mi boca.
Boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.
Alba que das a mis noches
un resplandor rojo y blanco.
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros…
Beso que va a un porvenir
de muchachas y muchachos
que no dejará desiertos
ni las calles, ni los campos…

El amor libre fue un reto radical y una nueva responsabilidad, la libido liberada hacía más sabrosa la vida. Muchas familias, como se dijo, se empezaron a transformar porque los hijos y las hijas rompieron la tutela del sargento que representaba el pater familias (Wilhem Reich dixit). Las muchachas se supieron dueñas de su vida, su cuerpo, su sexo y se iban del hogar por muchas horas o para siempre. Los Beatles cantaban:

Miércoles por la mañana a las cinco
cuando el día empieza
Silenciosamente cierra la puerta de su recámara
Ella deja una nota
en la que desearía decir más…
En silencio de da vuelta a la llave de la puerta trasera
afuera camina y ya es libre
Ella (“Le dimos toda nuestra vida”)
se va (“Sacrificamos la mayor parte de nuestras vidas”)
de casa (“Le dimos todo lo que puede comprar el dinero”)
Ella se va de casa después de haber vivido sola
durante tanto tiempo, adiós, adiós…

Los poetas beats, de los Estados Unidos, nos habían dejado importantes mensajes, en el decir de Jack Kerouac quien había definido a su generación como un grupo de “Jóvenes románticos modernos buscando acción”. El «Aullido» de Allen Ginsberg, tan lleno de intensidades, hablaba de aquellos muchachos amorosos:

quienes copularon extasiados e insaciables con una cerveza un dulce corazón un paquete de cigarrillos una vela y remataron fuera de la cama y continuaron sobre el piso y siguieron por el pasillo y acabaron desmayándose sobre la pared con una visión del último culo y llegaron eludiendo el último trancazo del conocimiento,
quienes endulzaron las vaginas de un millón de muchachas estremeciéndose a la hora del ocaso y amanecían con los ojos enrojecidos pero ya estaban preparados para endulzar la vagina del alba, destellando nalgas bajo pajares y desnudos en el lago…

En el mero 1968, Nicolás Guillén nos sorprendió con un poema totalmente nuevo y diferente dentro de su típica y conocida producción de la negritud (y confieso que aún hoy me sigue sorprendiendo), el poema se titula “La pureza”, y leo:

Yo no voy a decirte que soy un hombre puro.
Entre otras cosas
falta saber si es que lo puro existe.
O si es, pongamos, necesario
o posible.
O si sabe bien.
¿Acaso has tú probado el agua químicamente pura,
al agua de laboratorio
sin un grano de tierra o de estiércol,
sin el pequeño excremento de un pájaro,
el agua hecha no más que de oxígeno e hidrógeno?
¡Puah!, qué porquería.
Yo no te digo pues que soy un hombre puro; yo no te digo eso,
sino todo lo contrario.
Que amo (a las mujeres naturalmente,
pues mi amor puede decir su nombre),
y me gusta comer carne de puerco con papas
y garbanzos y chorizo y huevos, pollos, carneros, pavos, pescados y mariscos,
y bebo ron y cerveza y aguardiente y vino,
y fornico (incluso con el estómago lleno).
Soy impuro. ¿Qué quieres que te diga?
Completamente impuro. Sin embargo, creo que hay muchas
cosas puras en el mundo
que no son más que pura mierda.
Por ejemplo la pureza del virgo nonagenario..
La pureza de los novios que se masturban
en vez de acostarse juntos y desnudos en una posada…
La pureza de los clérigos,
La pureza de los académicos…
La pureza de los que nunca tuvieron blenorragia
ni un chancro sifilítico.
La pureza de la mujer que nunca lamió un glande.
La pureza del hombre que nunca succionó un clítoris.
La pureza del que no engendró nunca…
En fin,
la pureza
de quien no llegó a ser lo suficientemente impuro
para saber qué cosa es la pureza…

El polvo de William Blake rejuvenecía más que nosotros cuando leíamos: “Los caminos del exceso conducen al Palacio de la Sabiduría” y “Si las puertas de la percepción estuvieran abiertas, veríamos la realidad tal como es: infinita”. Entonces se multiplicaron las “Lucys en el cielo con diamantes” (Beatles), las Magas (Julio Cortázar) o las alucinantes amorosas Nadjas (André Breton).
El amor intenso frente a la realidad opresiva. Entonces venía Mick Jagger a cantar su poema:

No puedo encontrar satisfacción…
Cuando un hombre viene por la T. V.
a decirme qué tan blancas deben estar mis camisas…
entonces explota mi imaginación…
[y]
Nena, no juegues conmigo
porque juegas con fuego.

De ahí (como Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, Paul Verlaine e Isidore Ducasse “Conde de Lautréamont”) a la “Simpatía por el diablo”. Y del poeta “Rey Lagarto” James Douglas Morrison:

Sabes que no sería verdad,
sabes que yo mentiría
si te dijera, chava mía,
que no podemos ir más alto.
Ven, chava, y prende mi fuego…
Trata de incendiar la noche…
Trata de incendiar la noche…
[…]
Ámame dos veces, chava,
ámame el doble hoy.
Ámame dos veces, chava,
me voy a desvanecer.
Ámame dos veces, muchacha:
una por mañana
y otra por ahora mismo…

Para el conformismo todo el mal está promovido por los pensadores inconformes, críticos. El poder político, por medio de la misma bocota del que era presidente, nos acusó de tener influencia de los “modernos filósofos de la destrucción”. “¿Quiénes son esos filósofos?”, nos preguntábamos Eligio y yo. Han de ser algunos de los que leemos: Herbert Marcuse, Theodor Adorno, Simone de Bauvoir, María Zambrano, Hegel, Friedrich Nietzsche, Emma Goldman, Mijail Bakunin, Susan Sontang, Karl Marx, Merleau-Ponty, Charles Fourier, Hans Magnus Enzesberger, Bertrand Russell… ¿Será? Pues estamos de acuerdo con esa acusación… Entonces, para la llamada “Manifestación del silencio”, en una manta negra de más de diez metros de largo con letras blancas escribimos: ESTAMOS CON LOS MODERNOS FILÓSOFOS DE LA DESTRUCCIÓN (la foto de esta manta apreció en la primera plana de uno de los periódicos y el texto del pie también fue acusatorio). Causó escándalo no sólo entre la prensa vergonzante del momento sino aun entre la izquierda estrecha de miras. Como siguió causando censura que en las manifestaciones posteriores transformáramos las consignas: “El pueblo unido, funciona sin partido”. Edgar Morin con justa razón escribió: “Soy de quienes piensan que el activismo del militante de partido es reaccionario; el que es revolucionario es el militante de la existencia, es la comuna y la nueva red de relaciones humanas, sociales e, incluso, económicas, es el festival del rock y el amor libre”. De la década de 1960, por supuesto.
En “Una fuerte lluvia que va a caer”, el poeta Bob Dylan cantaba:

Oh, ¿qué has visto mi hijo de ojos claros?…
Vi a un recién nacido rodeado de lobos
Vi una supercarretera cubierta de diamantes, y sin nadie en ella
Vi una rama negra goteando sangre
Vi un cuarto lleno de hombres con martillos sangrantes…
Vi a diez mil oradores con sus lenguas cortadas
Vi pistolas y espadas en manos de niños.
Y una fuerte lluvia, y una fuerte lluvia va a caer…
¿Y qué escuchaste mi hijo de ojos claros?…
Oí el golpe del trueno rugiendo una advertencia
Oí una ola rugiente que podría cubrir al mundo
Oí a cien tamborileros con sus manos en llamas
Oí a diez mil susurros que nadie escuchaba
Oí a un muerto de hambre y mucha gente riendo
Oí la canción de un poeta muerto en la cloaca
Oí en el callejón los llantos de un payaso
Y una fuerte lluvia, y una fuerte lluvia va a caer.
Oh, ¿qué encontraste mi hijo de ojos claros?…
Encontré a un niño detrás de un pony muerto
Encontré a un hombre blanco paseando con un perro negro
Encontré a una muchacha con su cuerpo en el fuego
Encontré a una niña que me dio un arcoiris
Encontré a un hombre herido de amor
Encontré a otro hombre herido por el odio
Y una fuerte lluvia, y una fuerte lluvia va a caer…

Y en “Los tiempos están cambiando”, Dylan también decía:

Vengan, júntense toda la gente
dondequiera que ande
y reconozcan que las aguas
en todo el rededor están creciendo
y vean que pronto estarán inundados hasta el cuello
Y si creen que vale la pena
cambiar vuestro tiempo
es mejor que empiecen a nadar
Porque los tiempos están cambiando.
Vengan escritores y críticos
ustedes que profetizan con la pluma
y tengan sus ojos bien abiertos.
Ya no habrá oportunidad
Y no hablen tan aprisa
porque la rueda sigue girando
y nadie sabe lo que significa
que el vencido de hoy
será el que triunfe mañana.
Porque los tiempos están cambiando…
Vengan padres y madres
de toda la Tierra
y ya no critiquen
lo que no han entendido.
Sus hijos y sus hijas
ya no están bajo su mando
Las rutas viejas
se están acelerando…
La línea está trazada
el anatema está lanzado.
Lo que va lento hoy
más tarde irá de prisa
así como el presente
será nuestro pasado.
El orden muy pronto se desvanece
Los primeros de ahora
muy pronto serán los últimos.
Porque los tiempos están cambiando.

En aquel entonces, la promesa de un mundo mejor (comunismo) fue menos determinante que el desencanto de lo que existía. Ernst von Solomon antes lo había dicho así: “No queríamos lo que conocíamos. Y no conocíamos lo que queríamos”.
Aunque escrita por muchos autores, aquella poesía era muy nuestra, no cabía duda, nos llenaba porque encerraba la posibilidad del sueño que partía de la realidad, pesadilla a veces, pero también mejores sueños habría que realizarlos en el ahora y aquí. Por esto, no encuentro mejor colofón para este texto que unas palabras de T. E. Lawrence: “Todos los hombres sueñan, pero no de la misma manera. Aquellos que sueñan por la noche, entre los repliegues polvorientos de su mente, se despiertan con el día y piensan que todo fue fantasía. Pero los soñadores despiertos son peligrosos, porque pueden actuar sus sueños con los ojos abiertos, y convertirlos en realidad”.


e. e. cummings: selección de poemas

No sé cómo di con Cummings, en realidad no lo sé. Lo único que sé es que pasé varios días buscando un ejemplar de «Buffalo Bill ha muerto», la antología poética bilingüe que publicó Hiperión y de la cual hago una selección de poemas para compartir aquí con todos ustedes, motivada porque soy una fiel creyente de que cada vez que volvemos a leer a algún poeta es como un ritual de invocación, una sesión espiritista, vuelven a vivir a través de nosotros, de nuestra lectura, de nuestros ojos… además porque alguien comentó: «Lamentablemente ya nadie se interesa por leer a Cummings, tan bueno que es…» … y ahora los voy a bombardear con poemas de él. 
 
Pasen y lean:

e.e. cummings

                                                            Traducción de José Casas
 
CANCIONES
IV
 
Tus dedos convierten en tierna flor
todo cuando tocan.
las horas aman tu cabello sobre todo:
una dulzura que
canta y dice
(aunque el amor dure un día)
no temas, iremos a la fiesta de mayo.
 
tus cándidos pies caminan ágilmente.
Siempre
juegan a besar tus ojos húmedos
cuya rareza tanto
dice,cantando
(aunque el amor dure un día)
¿a qué chica llevas estas flores?
 
Ser tus labios es algo dulce
y liviano.
Muerte, reconozco Tu riqueza más allá de toda esperanza
si coges esto
y pierdes lo demás
(aunque el amor dure un día
y la vida no sea nada, no dejará de besar)
 
 
 
 
 
IX
 
cuando dios se olvide de mi cuerpo
 
De cada desafiante ojo brotará un árbol
que colgará como un fruto
 
el mundo púrpura bailará
entre mis labios que cantaron antaño
 
una rosa engendrará la primavera
que las doncellas a quienes la pasión consume
 
colocarán entre sus pequeños pechos
Mis fuertes dedos sobre la nieve
 
se transformarán en vigorosos pájaros
mi amor caminando por la hierba
 
sus alas rozará su rostro
y mi corazón sin cesar
 
se dilatará y encogerá como el mar
 
 
 
 
ORIENTAL
II
 
amor mío
tu cabello es un reino
 cuyo rey es la oscuridad
tu frente es una bandada de flores
 
tu cabeza un bosque vivo
 lleno de pájaros dormidos
tus pechos son enjambres de abejas blancas
 sobre la rama de tu cuerpo
tu cuerpo es abril para mí
y en sus axilas se presiente la primavera
 
tus muslos son caballos blancos uncidos a un carro
real
son como el ritmo de un buen trovador
entre ellos se encuentra siempre una agradable canción
 
amor mío
tu cabeza es el cofre
 de la fría joya de tu mente
el cabello de tu cabeza es un guerrero
 que no conoce la derrota
tu cabello sobre tus hombros es un ejercito
 acompañado de victorias y trompetas
 
tus piernas son árboles del sucio
cuyo fruto es el mismísimo alimento del olvido
tus labios son unos tiranos ataviados de escarlata
 cuyo beso es suma de toda excelencia
tus sagradas
muñecas son
 los guardianes de las llaves de tu sangre
tus pies sobre tus tobillos son flores en jarrones
 de plata
 
en tu belleza reside el dilema de las flautas
 
 tus ojos traicionan
campanas percibidas a través del incienso
 
 
 
AMORES
 
IV
 
considera Oh
mujer este
cuerpo mío.
pues ha
 
yacido
con brazos vacíos
sobre las vertiginosas colinas
para soñar contigo,
 
aprueba estos
energéticos insatisfechos
ojos
que han contemplado
 
el mudo carnaval de la noche
el adorno
de la oscuridad
con meteoros
 
que brotan de unas juguetonas
manos inmortales
el repentino brillo
de las flotantes estrellas
 
(en tiempos venideros
recordarás de esta noche asombrosos
éxtasis   lentamente
en el colmado
corazón fugaces
recuerdos
terribles como flores
se
 
alzarán,lentamente
volverán a los
                       rojos labios elegidos
desnudas visiones)
 
 
 
 
V
 
Oh dulce espontánea
tierra cuántas veces
los 
ajados
 
dedos de
los lascivos filósofos te han pellizcado
y
hurgado
 
en ti
¿cuántas veces el pulgar
de la ciencia ha manoseado
tu
 
belleza   cuántas
veces las religiones te han puesto
sobre tus huesudas rodillas
y te han estrujado y
 
azotado para que concibieses 
dioses
(pero
fiel
 
al incomparable
lecho de la muerte tu
rítmico
amante
 
le respondiste
 
 
 
tan sólo con
 
la primavera)
 
 
 
IX
 
mas cerca:aliento de mi aliento:no apartes de mí tus estremecedores
miembros:convierte mi dolor en su loco alimento
dejando que tus tigres de suave dulzura entren
lenta y furtivamente en las flores mudas de una nueva unión:
más profundo:sangre de mi sangre:con rapidez
que se humilla orgullosa zambulle esos leopardos de blanco sueño
en la gozosa carne de mi miedo:dilata más nítidamente
esta esencia de oscuridad:labra una
flor de locura ribeteada de maldad sobre unos apretados labios
y sobre unos ojos tumbados que se agitan con frenético brillo
cincela la llama asesina que prende con vértigo.
 
 
Interrogantes grises entre gesticulantes casas serpentean
 
sedientos. Huelen mal las estrellas muertas. amanecer. Leve,
 
el poético esqueleto de una chica
 
 
 
 
X
 
cuando hayas recibido tu último aplauso, y
el telón final haga desaparecer el mundo,
sumiendo en el desaliento y en un sombrío silencio
ese escenario que no volverá a conocer tu sonrisa,
y quedes un momento mientras yo te miro
reflexiona en el triste papel que te permitirán representar;
ya veo los grandes labios encendidos, el rostro gris
y los melancólicos y silenciosos ojos de Magdalena.
Las luces han reído por última vez; afuera, la oscura
calle aguarda a aquélla cuyos pies han pisoteado
las necias almas de los hombres hasta convertirlas en polvo dorado:
se detiene en el umbral de la derrota,
su corazón se quiebra en una sonrisa- es el Deseo…
 
 
el mío también, pequeño poema pintado por dios
 
 
 
 
 
SONETOS-IRREALIDADES
 
XI
 
quizá no sea siempre así:y digo
que si tus labios, que he amado, tocasen
los de otra, y tus fuertes queridos dedos se apoderasen
de su corazón, como del mío no hace mucho;
si tu dulce cabello descansase sobre otro rostro
en medio de un silencio como el que yo conozco, o
unas palabras grandes y retorcidas, como las pronunciadas con énfasis,
se alzasen indefensas ante el espíritu acosado;
 
si esto ocurriese, digo que si esto ocurriese–
tú, corazón mío, envíame un pequeño mensaje:
para que pueda acercarme a ella, cogiendo sus manos,
le diga, Acepta de mi toda la felicidad.
Entonces volveré la cabeza y escucharé a un pájaro
cantar terriblemente lejos en las tierras perdidas.
 
 
 
 
SONETOS-ACTUALIDADES
 
VI
 
vivamos de pronto sin pensar
 
bajo los honestos árboles,
como
un río. el cerebro del agua
-hábilmente-ondulada persigue el airado sueño
de la orilla.   A medianoche,
la luna
araña la piel de las colinas alineadas
 
 
una afilada nada empieza a cortar
 
 
vivamos como la luz que mata
y como el silencio,
pues después de todo está el Torbellino:
(después de mí)amor, y después de ti.
A veces siento vaga no
sabría decir cuán vagas tenues lanzas-
de Presente y a Las flechas-del-Después obligando a hacer
a nuestras bocas algo rojo,algo alto
 
 
 
 
II
 
Piensa por ejemplo esto:
 
si al color de la medianoche
a ese algo más que oscuridad(que
es yo, y la ciudad y todas
las cosas)le acontece la brillante
lluvia
de un modo profundo, bello
 
y yo(estando junto a una ventana)
esta medianoche)
                                  sin motivo alguno soy
profunda completamente consciente de la lluvia o mejor de
Alguien que se sirve hábilmente de los tejados y calles para hacer un
sonido posible y hermoso:
 
si un(quizá)reloj da las horas, sumido en la enérgica
frialdad,muy débilmente y
al final a través de gestos de lluvia sumamente delicados
 
surge un color,que es la mañana,Oh no te extrañe que
 
(justo al filo del día)haga
quizá un millonésimo poema que no fracasará del todo
en reflejarte;o si creo sin duda,amigo,
una de las mil caras que son tu sonrisa.
 
 
 
 
VIII
 
supongamos
que la Vida es un viejo que lleva flores en la cabeza.
 
la joven muerte está sentada en un café
sonriendo, con una mochila entre
el pulgar y el índice.
 
(le digo «comprará flores»
y «la Muerte es joven
la vida lleva pantalones de terciopelo
la vida se tambalea,la vida tiene barba» te
 
digo a ti que estás en silencio. -«¿Ves
la Vida?» está aquí y allí,
es eso,o esto
o nada o un viejo 3 tercios
dormido,con flores
en la cabeza,gritando siempre
a nadie algo sobre les
roses les bluets
                          sí,
                                ¿comprará?
Les belles bottes -oh escuche
,pas chères»)
 
y mi amor respondió lentamente creo que sí.   Pero
creo que veo a alguien más
 
es una señora llamada Después
está sentada junto a la joven muerte, es delgada;
le gustan las flores.
 
 
 
VII
 
me gusta mi cuerpo cuando está con tu cuerpo
es una cosa tan pero tan nueva
los músculos mejores y más nervios
me gusta tu cuerpo. y lo que hace. 
sus cómos. la columna vertebral 
y me gusta sentir todos tus huesos 
y el temblor y la firme suavidad 
que yo habré una y otra y una vez, 
de besar, y me gusta besarte esto y aquello
me gusta acariciar con lentitud
y sentir la descarga de tu piel eléctrica 
y lo que sea que viene sobre la carne abierta…
y ojos como grandes migas enamoradas
 
y quizá hasta me guste el estremecimiento
 
de vos debajo mío tan tan nueva
 
 
IMPRESIONES
 
IV
 
las colinas
como los poetas se visten
con pensamientos púrpura contra
el
 
magnífico clamor del 
día
torturado
de oro,que en breve
 
deformado
se desploma
exhalando un alma roja en la oscuridad
 
así pues
maestro de pardos ojos
cruza
las dulces puertas
de mi corazón y
coge
la
rosa,
 
que perfecta
es
Con manos asesinas
 
 
 
X
 
saldré del agua
                     hasta que mis muslos se empapen de ardientes flores
Cogeré el sol con la boca
y saltaré en el aire maduro
                                               Viva
                                                             con los ojos cerrados
hasta chocar contra la oscuridad
                                                     en las dormidas curvas de mi cuerpo
Entrarán dedos de suave dominio
con pureza de sirenas
                                     Completaré el misterio
                                     de mi carne
Me levantaré
                        Mil años después
besando
flores
              E hincaré mis dientes en la plata de la luna
 
 
 
 
SONETOS-ACTUALIDADES
 
XIII
 
ha sido quizá para sentir herir
al plateado pez de su desnudez
con sus aletas intensamente deliciosas,que mi
 
juventud ha viajado hacia el durante estos años
 
o para encadenar la tímida imagen
de su alma a mi alma por lo que
 
he atravesado pequeños países hasta el sí
 
de su juventud.
                                     Y si alguien escucha
lo que digo— compadecedle:
porque he viajado completamente sola
a través del bosque de lo maravilloso,
y porque mis pies han conocido sin duda
los caminos tortuosos y plácidos,
 
y porque ella es hermosa
 
 
 
 
TRES
 
VII
 
a luz del sol se extinguió
nuestras bocas temores corazones pulmones brazos esperanzas
….pies manos
 
bajo nosotros el callado Mediterráneo más azul
de lo que habíamos imaginado
algunos gritos surcando
el alto aire
una vela un barco de pesca alguien un espectáculo invisible
quizá ciertos nadies riéndose débilmente
 
jugando moviéndose lejos debajo de nosotros
 
quizá una casa de campo prendida como los trozos
de una cometa de los árboles,aquí
y aquí reflejándose
la luz del sol
(por todas partes luz del sol penetrante completa
silenciosa
 
y por todas partes tú tus besos tu carne espíritu respirando
junto debajo en torno a mí)
…………………………………….después
 
un denso color se alzó contra el cielo y el maravilla
…finalmente tus ojos me
conocieron,nos sonreímos,dejándonos,observando
(tumbados, en
la hierba de un
acantilado)lo que había sido otra
cosa convirtiéndose en nosotros cuidadosa lenta fatalmente
 
mientras en el mismo centro del fuego todo
 
el mundo se volvía brillante y un poco evanescente
 
 
 
CUATRO
 
VII
 
como el sentimiento es lo primero
 
quien presta atención
 
a la sintaxis de las cosas
 
nunca te besará completamente;
 
ser un completo estúpido
 
mientras la Primavera está en el mundo
 
mi sangre consciente,
 
y los besos son un destino mejor
 
que la sabiduría
 
señora lo juro por todas las flores. No llores
 
-el mejor gesto de mi cerebro es menos que
 
el aleteo de tus párpados que dice
 
que estamos hechos el uno para el otro: así pues
 
ríe, recostándote en mis brazos
 
porque la vida no es un párrafo
 
Y creo que la muerte no es un paréntesis
 
 
XLVIII
 
ven un poco más lejos —por qué tener miedo—
ya despunta la primera estrella (¿tienes algún deseo?)
tócame
antes de que perezcamos
(créeme que nada de cuanto se ha
inventado podría arruinar esto o este instante)
bésame un poco:
el aire
se oscurece y está vivo—
vive conmigo en la parquedad de
estos colores;
que solos a duras penas
están siempre fuera del alcance de la muerte
 
 
 
54
 
Jehová enterrado, Satán muerto,
los medrosos adoran lo mucho y lo rápido;
no sintiendo lo malo como malo,
la mansendumbre pasa por bondad;
obedece dice Toe, sométete dice Tic;
la Eternidad es un plan quinquenal:
si la Alegría y el Dolor están en la casa de empeños,
¿quién se atreverá a llamarse hombre?
 
bribones sin sueños avanzan saciados de sombras,
Fulano es Mengano y Mengano es Zutano;
mientras los chismes asesinan, gritan y suman,
el culto a lo igual es lo más chic;
con instrumentos nuevos,
se mide precisamente lo nuevo:
si para besar el micrófono el Judío se hace marrano,
¿quién se atreverá a llamarse hombre?
 
los mentirosos invocan a gritos la Verdad,
los esclavos dan taconazos pidiendo Libertad;
donde los Necios son santos, locos los poetas,
chillan los ilustres ilusos del Progreso;
cuando se proscriben las Almas enferman los corazones,
con corazones enfermos las mentes no pueden nada:
si el Odio es un juego y el amor un coito,
¿quién se atreverá a llamarse hombre?
 
Cristo Rey, este mundo hace agua por todas partes
y no hay salvavidas:
sólo puede caminar sobre las olas
Aquel que se atreve a llamarse hombre.
 
 
 
1
 
X
 
un político es un culo
en el que se ha sentado todo el mundo salvo un hombre
 
 
 
 
11
 
hay en el tiempo una noble y benévola proporción
junto con una generosidad increíble
(aunque la carne y la sangre le acusen de coerción
o la mente y el alma le inculpen de engaño)
 
su conducta no es lógica o ilógica,
su sabiduría anula la discordia y el acuerdo
-los saharas tienen sus siglos; diez mil
de ellos son más pequeños que el momento de una rosa
 
hay un tiempo para reír y hay un tiempo para llorar-
para la esperanza la desesperación la paz y el deseo
-un tiempo para crecer y un tiempo para morir:
una noche para el silencio y un día para el canto
 
pero sobre todo(como me dicen
tus más que ojos)hay un tiempo para la eternidad
 
 
 
40
 
 
silencio
 
.es
un
pájaro 
 
que mira: la
 
curva
da;orilla,de
la vida
 
(pregunta antes de la nieve
 
 
 
X
 
«Estás cansado 
(creo)
del constante rompecabezas del vivir y el hacer;
y yo también. 
Ven conmigo, entonces,
y yo dejaré todo eso muy muy lejos- 
(Sólo tu y yo, entiende!)
Has jugado,
(creo)
y rompiste los juguetes que más querías,
y estás un poco cansado ahora,
cansado de las cosas que se rompen; y-
simplemente cansado.
 
También yo lo estoy.
 
Pero he venido con un sueño en mis ojos esta noche,
y he tocado con una rosa en la desahuciada puerta de tu corazón-
Ábreme!
Pues te mostraré lugares que Nadie conoce,
Y, si quieres, 
Los lugares perfectos del Sueño.
Ah, Ven conmigo!
Y yo te inflaré esa hermosa burbuja, la luna,
que flota por siempre y un día,
te cantaré la canción de los jacintos,
o de las probables estrellas;
 
Intentaré las hazañas de los perezosos sueños,
hasta que encuentre la Única Flor,
Que cuidará (creo) tu pequeño corazón 
Mientras la Luna sale del Mar.
 
 
 
 
III
 
 
Cantarás mis canciones, ¡Oh tierra!
Con labios fruncidos y danzarina garganta las cantarás,
Las canciones mis poemas
 
Soñarás mis sueños, ¡Oh mundo!
Encerrado en la resplandeciente casa del hermoso sueño,
De los sueños mis poemas.
 
Esbozarás mi sonrisa, amor mío.
Mis ojos, mis ojos han acariciado el pájaro de tu alma,
El pájaro mis poemas.
 
 
 
VII
 
Cuando
yacemos juntos
mis pequeños senos se convierten en dos puntiagudas torres firmes y maravillosas, y
restriego ardorosamente el cariño de mi vientre contra ti
 
tus brazos son
jóvenes;
tus brazos me convencerán,hablando en completo silencio
sobre mi cuerpo
su esencial y leve lenguaje.
 
no te rías de mis muslos.
 
hay entre mis grandes piernas una animada ciudad
cuando me tocas
surge la Primavera en la ciudad;las calles se retuercen grácilmente,
es por tu causa;no las atemorices,
todas las casas se aprietan vigorosamente
cuando llegas:
y se alegran
cuando llenas de niños las calles de mi ciudad.
 
amor mío, eres una resplandeciente montaña que siente.
eres una empinada montaña una palpitante isla cuyas
vigorosas laderas descansan en ese yo que se estremece,que está
debajo de ti,en torno tuyo,eternamente:soy el mar que todo lo abarca.
Oh montaña, no puedes huir de mí
tus raíces están ancladas en mi silencio;así pues, Oh montaña,
asesina hábilmente mis pechos,ahora y siempre
 
te abrazaré solemnemente deslizándote dentro de mí.
 
 
 
 
XIII
 
«dijiste
¿puedes tener entre tus dedos algo
vivo o muerto más hermoso
que mi cuerpo
(temblando muy levemente)?
 
Mirándote a
los ojos Nada, dije, excepto el
aire primaveral que huele a jamás y a siempre.
 
…y a través de la ventana, que se movía como
cuando una mano toca
otra mano(que
se movía como cuando
unos dedos tocan el pecho
de una muchacha
levemente)
 
Crees en la eternidad, el viento
le preguntó a la lluvia
estoy demasiado ocupada con
más flores para creer, le respondió.»
 
 
 

Yo canto al cuerpo eléctrico / I sing the body electric, de Walt Whitman

1
Yo canto al cuerpo eléctrico, 
Me abrazan los ejércitos de quienes amo y yo los abrazo,
No han de soltarme hasta que yo vaya con ellos, hasta que les responda,
Hasta que yo los purifique y los colme con la carga de mi alma.

¿No es sabido que quienes corrompen su cuerpo están ocultándose?
¿Y quiénes profanan a los vivos son tan viles como quienes profanan a los muertos?
¿Y que el cuerpo no vale menos que el alma?
¿Y si el cuerpo no fuese alma, qué es el alma?

2
El alma del cuerpo de un hombre o del cuerpo de una mujer no admite explicación,
El cuerpo del hombre es perfecto, y es perfecto el cuerpo de la mujer.

La expresión de la cara no admite explicación,
Pero la expresión de un hombre cabal no sólo está en la cara,
Está en los miembros y en las coyunturas también, está, curiosamente, en las coyunturas de las caderas y de las muñecas, 
Está en su andar, en el porte de su cuello, en la flexión del talle y de las rodillas; la ropa no la oculta;
Su fuerte y dulce identidad se abre paso a través del algodón y la lustrina,
Verlo pasar expresa tanto como el mejor poema, y acaso más,
Os detenéis para mirar su espalda y su nuca y sus hombros.

La negligencia y la redondez de los niños, los senos y las cabezas de las mujeres, los pliegues de sus vestidos, su andar al cruzarse en la calle con nosotros, el contorno de sus caderas,
El nadador desnudo en la pileta atravesando el transparente resplandor verde y tendido de espaldas y silenciosamente flotando sobre las agitadas aguas,
El rítmico balanceo de los remeros en los botes de remo, el jinete en su silla
Muchachas, madres, amas de llaves en todas sus tareas,
El grupo de trabajadores sentados al mediodía ante la comida y sus mujeres que les sirven,
La mujer que sosiega al niño, la hija del granjero en el huerto o en el establo,
el peón que está carpiendo el maizal, el conductor del trineo que guía entre la turba a sus seis caballos,
El forcejear de los que luchan, dos aprendices ya crecidos, animosos, afables, americanos, en el baldío al atardecer después del trabajo,
Los sacos y las gorras tiradas, el abrazo del amor y de la resistencia, 
El abrazo de arriba y el de abajo, el pelo revuelto que les enciegue los ojos;
La marcha de los bomberos uniformados, el juego de los músculos varoniles a través de los pantalones ceñidos y de los cintos,
El cansado regreso desde el incendio, la pausa cuando la campana vuelve a sonar y su llamado los detiene,
Las diversas actitudes, espontáneas, perfectas, la cabeza inclinada, los cuellos encorvados y el contar;
A ellos los quiero, me suelto, paso sin traba y estoy en el regazo de la madre con el pequeño,
Nado con los que nadan, lucho con los que luchan, marcho con los bomberos y me detengo, escucho, cuento.

3
Conocí a un hombre, un sencillo granjero padre de cinco hijos,
Y éstos los padres de otros, y éstos los padres de otros hijos.

Este hombre era de una fuerza maravillosa, sereno, hermoso,
La forma de su cabeza, el amarillo claro y la blancura y la blancura de su pelo y su barba, la insondable profundidad de sus ojos negros, la plenitud y la riqueza de sus modales;
Para ver esas cosas yo solía ir a visitarlo, era sabio también,
Tenía seis pies de estatura y ya había cumplido ochenta años; sus hijos fornidos, puros, barbados, de piel curtida, hermosos;
Ellos y sus hijas lo querían, todos quienes lo vieron lo querían,
No lo querían por costumbre, lo querían con amor personal,
No bebía más que agua, la roja sangre se traslucía en su piel morena,
Le gustaba cazar y pescar, dirigía él mismo su bote, era dueño de un fuerte bote que un armador le había regalado, tenía escopetas que hombres que lo querían le habían regalado;
Cuando salía con sus cinco hijos y con sus muchos nietos a cazar o a pescar, lo hubiera señalado como el más hermoso y el más fuerte de todos,
Habrías deseado quedarte con él mucho tiempo, habrías deseado estar en el bote para poder tocarlo.

4
Me he dado cuenta de que basta estar con los que uno quiere,
Me basta demorarme al atardecer con aquellos que quiero,
Me basta sentir cerca la hermosa carne, la carne que es curiosa, que respira y que ama.
¿Pasar entre la gente y tocar alguno, o rozar con el brazo el cuello de un hombre o de una mujer, no es esto mucho?
No pido otra alegría, nado en ella como en el mar.

Hay algo en estar cerca del hombre y de mujeres y de mirarlos, y en su contacto y en su olor, que es grato al alma,
Todas las cosas son gratas al alma, pero esta es la más grata.

5
Esta es la forma femenina 
Exhala de pies a cabeza una divina aureola,
Atrae con irresistible atracción,
Me atrae su aliento como si yo no fuera otra cosa que un indefenso vaho, todo desparece salvo ese aliento y yo,
Los libros, el arte, la religión, el tiempo, la visible y sólida tierra, y lo que del cielo esperábamos y lo que del infierno temíamos, todo se ha consumido,
Mis frenéticos filamentos, indómitos, brotan de él, a reacción también es indómita,
El pelo, el pecho, las caderas, la curva de las piernas, las negligentes manos que sueltan, las mías que se sueltan,
La marea aguijoneada por el reflujo, el reflujo por la marea, carne de amor henchida y deliciosamente doliendo,
Límpidos, ilimitados chorros de amor, calientes y enormes, trémula jalea de amor, zumo espumoso y delirante,
Noche nupcial de amor que se abre camino con delicadeza y demora en el alba yacente,
Penetrando en el día dócil que cede,
Perdida en el abrazo de la profunda y dulce carne del día.

Este es el núcleo – primero el niño nace de la mujer, el hombre nace de la mujer,
Este es el baño del sexo, ésta la fusión de lo grande y de lo pequeño, y otra vez la salida.

No sintáis vergüenza, mujeres, vuestro privilegio incluye a los otros y es el manantial de los otros,
Sois las puertas del cuerpo y también las puertas del alma.

La mujer encierra todas las cualidades y las afina,
Está en su lugar y avanza con equilibrio perfecto,
En todas las cosas debidamente veladas, es a la vez pasiva y activa,
Su destino es concebir hijas e hijos, y asimismo hijos e hijas.

Veo mi alma que se refleja en la Naturaleza,
Veo a través de una neblina a la Única, de inexpresable plenitud, cordura y belleza,
Veo la cabeza inclinada y los brazos cruzados sobre el pecho, veo a la Mujer.

6
El varón también es el alma, él también está en su lugar.
El también es todas las cualidades, es acción y poder,
La plenitud del hombre visible está en él,
El desdén le sienta, el deseo y el desafío le sientan,
Las pasiones más impetuosas y más vastas, el ápice del gozo, el mayor pesar le conviene, para él se ha hecho el orgullo.
El infinito orgullo del hombre sosiega el alma y la enaltece,
El conocimiento le sienta, siempre le agrada, todas las cosas las somete a su propia prueba,
Sea lo que fuere el examen, sean lo que fueren el mar y la nave, sólo arrojará la sonda en sí mismo.
(¿Dónde, sino en sí mismo, podrá arrojar la sonda?)

Sagrado es el cuerpo del hombre y sagrado es el cuerpo de la mujer,
No importa de quién sea, es sagrado -¿es el del peón más despreciable de la cuadrilla?
¿Es el de uno de los inmigrantes más torpes que acaban de desembarcar en el muelle?
Todos, aquí o allá, tienen su lugar, no menos que el más rico, no menos que tú,
Todos, hombre o mujer, tienen su lugar en la procesión.

(Todo es una procesión,
El Universo es una procesión de paso medido y perfecto.)

¿Tan grande es tu saber que puedes llamar ignorante al más bajo?
¿Te crees acaso con derecho a mirar un bello espectáculo, negado a él o a ella?
¿Piensas que la materia se ha congregado desde su vaga nube y que la tierra ocupa la superficie y que el agua corre y brotan las planteas,
Para ti sólo, y no para él o para ella?

7
Un cuerpo de hombre en el mercado,
(Porque antes de la guerra yo solía concurrir al mercado y mirar la venta),
Ayudo al rematador; el holgazán no sabe su oficio.

Caballeros, atención a esta maravilla,

Por más que pujen los compradores, no ofrecerán bastante,
Sin un animal ni una planta la tierra tardó quintillones de años en engendrarlo,
Para él giraron pacientes e incesantes los ciclos.

Dentro de esta cabeza, el inescrutable cerebro,
En él y abajo, la creación de los héroes.

Ved estos miembros, colorados, negros o blancos, sus tendones y nervios son intricados,
Los desnudarán para que estén bien a la vista.

Sentidos exquisitos, ojos que la vida ilumina, coraje, voluntad,
Láminas de los músculos del pecho, espinazo y cuello flexible, carne tensa, fuertes brazos y piernas,
Y dentro, aún más prodigios.

Adentro la sangre que corre,
¡La misma antigua sangre! ¡La misma sangre roja que corre!
Ahí se dilata y fluye un corazón, ahí están todas las pasiones, deseos, anhelos, aspiraciones.
(¿Crees que no están ahí porque no se expresan en salones o en las aulas?)

Este no es sólo un hombre, es el padre de otros, que serán padres a su vez,
En él está el origen de populosos estados y de ricas repúblicas,
En él, innumerables vidas inmortales, innumerables encarnaciones y dichas.
¿Cómo saber quiénes nacerán de su prole a través de los siglos? (¿De quién supones que has nacido tú mismo si pudieras exhumar los siglos que fueron?)

8
Un cuerpo de mujer en el mercado,
Ella tampoco es sólo ella misma, es la fecunda madre de madres,
Es la que lleva a aquellos que crecerán y serán compañeros de las madres.

¿Amaste alguna vez el cuerpo de una mujer?
¿Amaste alguna vez el cuerpo de un hombre? ¿No ves que son los mismos para todos en todas las naciones y en todas las épocas de la tierra?

Si algo hay sagrado, el cuerpo humano lo es,
Y el esplendor y la dulzura de un hombre son el sello de su hombría sin mancha,
Y en el hombre o en la mujer, un cuerpo limpio, fuerte, de fibra firme, es más bello que la cara más bella.

¿Has visto al insensato que profanó su propio cuerpo vivo?
No se ocultan, no pueden ocultarse.

9
¡Oh, cuerpo mío!, no me atrevo a abandonar a tus semejantes en otros hombres y otras mujeres, ni a los semejantes de las partes que te componen;
Creo que tus semejantes perdurarán o morirán con los semejantes del alma (y que son el alma),
Creo que tus semejantes perdurarán o morirán con mis poemas, y que son mis poemas,
Poemas del hombre, de la mujer, del niño, del muchacho, de la esposa, del esposo, de la madre, del padre, del joven y de la joven,
Cabeza, cuello, pelo, orejas, lóbulo y tímpano de la oreja,
Ojos, pestañas, iris del ojo, cejas y la vigilia o sueño de los párpados,
Boca, lengua, labios, dientes, paladar, mandíbulas y articulaciones de las mandíbulas,
Nariz, aletas de la nariz y tabique, / Mejillas, sienes, frente, mentón, garganta, nuca, forma del cuello,
fuertes hombros, barba viril, omóplatos, espalda, y el ámbito del pecho,
Brazo, axila, junta del codo, antebrazo, músculos del brazo, huesos del brazo,
Muñeca y coyunturas de la muñeca, mano, palma, nudillos, pulgar, índice, articulaciones de los dedos, uñas,
Amplio pecho, rizado vello del pecho, esternón, costados,
Costillas, vientre, espinazo, vértebras,
Caderas, articulaciones de las caderas, fuerzas de las caderas, redondez cóncava y convexa, testículos, raíz del hombre,
Muslos, que son la firme base del tronco, Músculos de la pierna, rodilla, rótula, piernas,
Tobillos, empeine, planta del pie, dedos del pie, talón,
Todas las actitudes, todas las bellezas, todos los bienes de mi cuerpo o el tuyo, o del cuerpo de cualquier otro, varón o mujer,
Las celdillas de los pulmones, el estómago, las entrañas dulces y limpias,
El cerebro y sus pliegues dentro del cráneo,
Simpatías, válvulas del corazón, válvulas del paladar, sexo, maternidad,
Lo femenino y todo lo que pertenece a la mujer, y al hombre que nace de la mujer,
El seno, los pechos, los pezones, la leche del pezón, las lágrimas, la risa, el llanto, las miradas de amor, la amorosa inquietud, las erecciones,
La voz, la articulación, el lenguaje, el susurro, el grito,
El alimento, la bebida, el pulso, la digestión, el sudor, el sueño, caminar, nadar,
Porte de las caderas, saltar, recostarse, abrazarse, brazos que se curvan y aprietan,
El continuo movimiento de las comisuras de los labios y de los ojos,
La piel, la mejilla tostada, las pecas, el pelo,
La sensación curiosa de la mano al rozar la desnuda carne del cuerpo,
Los ríos incesantes del aliento, de la inspiración y la exhalación,
La belleza del talle y de las caderas, y más abajo, hasta las rodillas,
Las mínimas partículas rojas que llevo y que tú llevas, los huesos y la médula de los huesos,
La sensación deliciosa de la salud;
Afirmo que estas cosas no sólo son los poemas del cuerpo, sino también del alma,
Afirmo que son el alma.




(Traducción de J. L. Borges, Walt Whitman. Hojas de hierba. Editorial Lumen. Barcelona. 1991)