Mi Ezra, mi querido Ezra Pound. Originario de Idaho, muerto en Venecia a los 97 años. Fue un discurso contra Estados Unidos y ser ferviente seguidor de Mussolini, lo que provocó su encarcelamiento en una jaula de hierro en Pisa. Lo declaran loco e incapacitado para acudir a un juicio por alta traición y pasa encerrado 13 años de su vida en un psiquiátrico de Washington. Logra regresar a Italia donde continúa con su obra poética en una especie de abstracción permanente, en silencio.
Amigo de Joyce, Hemingway, Cummings, Williams y de Eliot. Pound dedicó su vida con extraordinario interés y amor a la investigación, traducción, a rescatar la poesía antigua y a como él decía, a ser una persona «con el mayor grado de conocimiento posible». El valor de su obra no se alcanza a concebir.
Allen Ginsberg lo visitó en 1968. Le leyó poemas de algunos admiradores de Estados Unidos, pero Pound, a quién «el silencio lo había elegido», no dijo nada. Le recordó una declaración de Hemingway cuando comentó que Pound le enseñó a escribir los diálogos de sus novelas pero tampoco respondió. Allen le mostró una insignia budista y le dijo: «soy un judío budista».
Ginsberg detonó algo en el viejo Ezra y le confesó:
«Mi propio trabajo no tiene sentido. Un desastre… mi escritura, la estupidez y la ignorancia hasta el final… todo lo que he hecho ha sido un accidente, a pesar de mis intenciones, estropeado por cuestiones estúpidas e irrelevantes… pero el peor de mis errores fue ese estúpido prejuicio antisemita que arruinó todo… Encontré después de 70 años que no era un loco, pero sí un idiota. Debería haber sido capaz de hacerlo mejor…».
Algunas de sus libros se pueden conseguir en México como Personae.
Del canto LXXXI
Lo que bien amas permanece el resto es escoria.
Lo que bien amas no te será arrebatado
Lo que bien amas es tu verdadera herencia.
¿De quién es el mundo, es mío.es de ellos o es de nadie?
Primero llegó la vista, luego el palpable , Eliseo,
aunque estuvieras en las cámaras del Infierno.
Lo que bien amas es tu verdadera herencia.
La hormiga es un centauro en su mundo dragón.
Depón tu vanidad no es el hombre
quien inventó el coraje, o el orden, o quien inventó la gracia.
Depón tu vanidad, te digo, deponla te digo.
Aprende del verde mundo cuál puede ser tu lugar,
en la graduada invención o en la pura artesanía
Depón tu vanidad ¡Paquín, deponla!
El casco verde ha superado tu elegancia.
“Domínate, así otros te sostendrán”
Eres un perro apaleado bajo el granizo,
una hinchada urraca bajo un sol caprichoso, mitad negra, mitad blanca
ni siquiera sabes distinguir el ala de la cola.
Depón tu vanidad que mezquinos son tus odios
Nutridos de falsedad
Depón tu vanidad
precoz para destruir, avara de caridad.
Depón tu vanidad, deponla , te digo.
Pero haber hecho en vez de no haber hecho eso no es vanidad,
haber golpeado discretamente para que algún Blunt abriera,
haber recogido del aire una tradición viva,
O de un bello ojo antiguo la llama inconquistada,
Eso no es vanidad.
Aquí el error está solamente en lo no hecho, en la timidez que vacila.
Un pacto
Haré un pacto contigo, Walt Whitman
Te he detestado ya bastante.
Vengo a ti como un niño crecido
Que ha tenido un papá testarudo;
Ya tengo edad de hacer amigos.
Fuiste tú el que cortaste la madera,
ya es tiempo ahora de labrar.
Tenemos la misma savia y la misma raíz
Haya comercio, pues, entre nosotros
Causa
Reúno estas palabras para cuatro personas,
alguien más puede cazarlas al vuelo,
oh mundo, lo siento por ti,
no conoces a esas cuatro personas.
Meditatio
Cuando considero cuidadosamente los curiosos hábitos de los perros
Estoy obligado a concluir
Que el hombre es un animal superior.
Cuando considero los curiosos hábitos del hombre,
Le confieso, mi amigo, que me sorprendo.